CONVERSACIONES CON DON EUGENIO I
CONVERSACIONES CON DON EUGENIO I
Ricardo Valenzuela
Como homenaje a un gran hombre, decidí publicar una serie de artículos en el aniversario número 30 de su cobarde asesinato. Sin embargo, por desviaciones vanas no lo hice, pero es una historia con vigencia para siempre y trato de reivindicarme ahora que se cumple un aniversario más de la inmolación de un hombre ejemplar.
A finales de los años 60, cursaba el último de los semestres en el Tecnológico de Monterrey después de que, sin tener claro sí mi vocación eran los negocios o la economía, había transitado saltando de una facultad a otra por lo que, éste último me ocupaba con solamente tres asignaturas de las seis que normalmente componían los programas. Ello me presentaba un problema pues habiendo sido un estudiante “travieso,” mi padre jamás me había premiado con un automóvil por lo cual, democráticamente me debía transportar en el popular raite.
Pero el problema se agravaba con un horario tan especial en el cual los miércoles mis clases se iniciaban hasta las 10 de la mañana, y a esa hora los estudiantes motorizados se encontraban ya desarrollando su capital intelectual en los salones del TEC. Ello provocaba que mi traslado al campus se convirtiera en una incógnita puesto que vivía en la colonia Obispado. El primer día de mi aventura, salgo esperando al buen samaritano que me ofreciera el raite. Sin embargo, luego de unos minutos de espera sin resultados, me doy cuenta de la encrucijada en la que me encontraba y empiezo a maldecir.
En medio del proceso en el que me invadía la histeria, veo un elegante auto negro haciendo el alto, el conductor baja la ventana y pregunta: ¿Vas al TEC? a lo cual asisto y casi me ordena, “súbete, yo voy para allá.” Confundido me trepo en el elegante transporte y cuando miro con detenimiento al conductor, me quedo sin habla cuando pienso reconocer a don Eugenio Garza Sada. Repuesto de la sorpresa, le pregunto: ¿no es usted don Eugenio Garza Sada? El hombre sonríe y me responde, “si, ese soy yo.” Al ver que yo me había petrificado, continúa. “Los miércoles tenemos la junta de consejo del TEC y yo siempre asisto.” Luego me fusila con una pregunta: “¿por qué vas tan tarde a clases?” Le doy toda la explicación a la cual asiente…”ah, que bien.”
Minutos después, transitábamos por las estrechas calles que atravesaban la colonia Independencia, y me pellizcaba para asegurarme no soñaba el ser pasajero de los hombres más poderosos del país. Nunca imaginé que ese sería el inicio de un capítulo inolvidable de mi vida. Durante el resto del trayecto, don Eugenio, con genuina curiosidad e interés, me interrogaba desde mi nombre, mi estado de procedencia, mi edad etc. Al llegar al TEC, le daba las gracias cuando me dice: “Si tienes problemas de transporte, yo todos los miércoles paso por ahí a la misma hora y te puedo dar el aventón.” Pues lo veo la semana entrante don Eugenio y gracias, le reviro.
Durante el último periodo de mi estancia en Monterrey, debo de haber cabalgado con don Eugenio no menos de 10 veces en el Jaguar negro que él mismo conducía, sin chofer ni guardaespaldas. En ese último tramo de mi educación, debo haber escuchado más lecciones de sabiduría, calidad humana, integridad empresarial, intelectual y personal de parte de aquel hombre tan especial, que en los cinco años anteriores en las aulas del TEC. Lecciones que en esa etapa de juventud irresponsable y superficial, no madurarían en mi conciencia hasta mucho tiempo después, para darme cuenta de la calidad humana, la visión y la grandeza de aquel hombre legendario, y la forma en que se adelantaba a sus tiempos.
La semana siguiente, don Eugenio hacía alto para recoger su pasajero y saludaba: ¿Como estás Valenzuela? Me impresionaba que recordara mi nombre. Minutos después de trepar el auto e iniciar la conversación, era yo quien lo fusilaba con una pregunta. ¿Por qué la idea de fundar el TEC, don Eugenio? Veo en su rostro una sonrisa, suspira profundo e inicia: “Mira buqui”—utilizando la palabra sonorense—“en los negocios, en la política y en todas las actividades de la sociedad, el ingrediente más importante es el elemento humano, sobre todo, lo que guarde en su cabeza y los sistemas de educación en México se han dedicado a deformar mentes de manera criminal. El TEC es un esfuerzo para ofrecer una alternativa diferente y no sólo para los hijos de ricos, como tanto se le critica, para todo mundo y estamos trabajando para que el esfuerzo sea masivo.”
Confundido pregunto: ¿Cuál es la diferencia entre los programas del TEC y otras Universidades? Me revira: “En educación hay áreas diferentes, pero dos muy importantes, el área de la tecnología y el de humanidades. La de tecnología, en la cual vemos dibujado el futuro, incluye todas las ingenierías y tratamos el que la calidad del producto sea muy superior al resto de las universidades. En la otra, yo sumo todas las relacionadas con negocios que tú debes conocer bien, economía, contabilidad y administración, tratamos de formar no sólo buenos ejecutivos, sino los empresarios del futuro con visión, arrojo, integridad, independientes de los dictados de nuestros gobiernos.
Todos ellos armados con eso, mentes independientes que no simplemente se memoricen lo que el profesor les dicta, sino que construyan un pensamiento crítico, desarrollen y utilicen su creatividad e imaginación y, sobre todo, exprimir la materia prima para formar los líderes que tanto requiere el país.
¿Qué es una mente independiente? Pregunto ahora con despistada curiosidad. Calla unos momentos y me revira: “Si para cuando un muchacho termina su carrera en el TEC, hemos logrado hacerlo olvidar esa popular frase; “que te mantenga el gobierno,” en gran parte hemos sido exitosos en formar una mente independiente. Si los muchachos también empiezan a cuestionar, con inteligencia y sagacidad, el eterno status quo del país, hemos cumplido. No hay nada más perverso que el deseo compulsivo de mandar, que la resignada disposición a obedecer sin cuestionar esas mismas órdenes.” Sorprendido le reviro, bueno, pero si nadie obedece, entonces que desorden tendríamos.
No es así, me revira. Se trata de que cuando obedezcamos, sea algo muy cuestionado y debatido por la sociedad en general, y no simplemente el capricho de un solo hombre o su grupito de control. Nosotros, en el TEC, no hemos querido se convierta en un nido de grillos como la UNAM, por lo que no hemos establecido carreras como Derecho o Ciencias Políticas. Lo que hemos pretendido es formar mentes libres. Arribábamos al tec y ya contaba los días para la siguiente cita.
Eugenio Garza Sada
Eugenio Garza Sada (11 de enero de 1892 – 17 de septiembre de 1973) fue un empresario y filantropo mexicano de ascendencia judía a quien mejor se le conoce como el fundador del ITESM en 1943. Murió el 17 de septiembre de 1973 en manos de un grupo terrorista que pretendió secuestrarlo, dajando a su esposa y sus ocho hijos.
En el 11 de enero de 1892 nació Eugenio Garza Sada en la ciudad de Monterrey, México, el cuarto de los ocho hijos de Isaac Garza, importante y destacado emprendedor propulsor de la industralización de Monterrey, y de Consuelo Sada Muguerza de Garza. Cursó su educación primaria, secundaria y preparatoria en un colegio marista de Monterrey y en el Colegio de San Juan, en la vecina ciudad de Saltillo.
Uno de los acontecimientos que marcaron su vida sucedieron en el año de 1913, cuando debido a la Revolución Mexicana, su familia se ve obligada a dejar el país y exiliarse en los Estados Unidos. En esta etapa las empresas de su padre, Isaac Garza, estuvieron prácticamente inactivas, por lo cual la familia Garza Sada sufrió limitaciones y privaciones, por lo que sus miembros se vieron en la necesidad de trabajar para sobrevivir. En el caso de Don Eugenio Garza Sada trabajó como dependiente de una tienda de ropa y acomodador en un cine.
Durante su estancia en los Estados Unidos], Don Eugenio Garza Sada estudió la escuela preparatoria en la Western Academy, la cual era una academia militar, y posteriormente estudió ingeniería civil en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), se graduó en 1917
Al terminar sus estudios en los Estados Unidos, Don Eugenio Garza Sada regresó a México de Boston en 1917, incorporándose a Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma -empresa que fundada por su padre y su tío-, en la que comenzó su carrera como auxiliar en el Departamento de Estadísticas y con el paso del tiempo fue ocupando puestos de mayor responsabilidad. En los años siguientes, el comenzó un gran número de negocios incluyendo una compañía de vidrio conocida como Vitro. En 1943, arrancó lo que hoy es la empresa pilar de Grupo Alfa: Hojalata y Lámina (Hylsa). Anteriormente había creado también, Fábricas Monterrey, S.A. (FAMOSA), Empaques de Cartón Titán y Grafo Regia.
Muriendo su padre quedó como Director de Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma. Una de sus primeras decisiones fue que la compañía produjera sus propias materias primas y procesara los desperdicios en alimentos, para ello creó Malta. Asimismo sustituyó la importación de corcholatas y creó una fábrica para producirlas.
Don Eugenio Garza Sada tuvo la visión de crear, apoyado por un grupo de empresarios, una institución educativa capaz de formar hombres integrales y no sólo técnicos capaces: hombres generosos para ofrecer lo que saben en beneficio de la sociedad. Producto de estas ideas, surgió el Tecnológico de Monterrey, el 6 de septiembre de 1943, cuando don Eugenio y otros empresarios constituyeron una sociedad civil denominada Enseñanza e Investigación Superior (EISAC), la que creó ese mismo año el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, con la esperanza de crear una escuela con fuertes principios morales y un alto nivel académico, que inició sus actividades con Preparatoria, Facultad de Ingeniería y Facultad de Estudios Contables, así como un internado.
Una de las primeras muestras de interés por los trabajadores fue la Sociedad Cuauhtémoc y FAMOSA, a través de esta sociedad sus empleados recibían muchas prestaciones de diversos tipos, una de las que más destacaron fueron los servicios de salud (antes de la creación del Seguro Social en México). Asimismo, creó en Monterrey la Colonia Cuauhtémoc en 1957 (años antes de la creación del Infonavit), cuya fundación fue con la finalidad de tener un complejo habitacional para los trabajadores de las empresas que dirigía. Asimismo, a través de la Sociedad Cuauhtémoc y FAMOSA canalizó recursos para la impartición de cursos, y para el otorgamiento de becas para los hijos de quienes trabajaban en sus empresas.
Garza Sada siempre mostró su gran simpatía por el Rey de los Deportes. En 1939, con el primer equipo Carta Blanca, impulsó el auge del Beisbol. En 1973, hizo realidad el sueño del cronista capitalino Alejandro Aguilar Reyes “Fray Nano” de que México tuviera un Salón de la Fama donde se inmortalizaran las hazañas de quienes han destacado en el Beisbol Profesional de México.
Otras de sus actividades filántropicas incluyen los hospicios Melitón Villarreal y León Ortigosa.
El clima político en México hacía creer a Eugenio Garza Sada que existía la posibilidad de que fuera secuestrado. Sin embargo, se afirma que él no estaba dispuesto a permitirlo, consideraba que la obligación de un empresario era impedir que lo secuestraran y que se lo llevaran vivo. Se argumenta que en una plática con su hijo mayor, sobre la posibilidad de que fuera secuestrado, comentó: "¡Evitar que se lo lleven a uno vivo será la mejor garantía para los demás!".
Finalmente, el 17 de septiembre de 1973, Garza Sada fue asesinado por un comando de la Liga Comunista 23 de Septiembre. En el libro "Eugenio Garza Sada", se describe de la siguiente manera el fallido intento de secuestro:
"La luz roja del semáforo en la esquina de la calle Quintanar lo distrajo de sus pensamientos, pero la alerta surgió de pronto cuando una camioneta Falcon los interceptó impidiendo el avance de su auto. Dos hombres jóvenes, armados, bajaron rápidamente para someter al conductor y a su ayudante, mientras uno más sacó con violencia al industrial del asiento trasero. La resistencia que opuso el anciano hombre en su intento por defenderse con la vieja pistola que portaba, desató la balacera en la que el empresario fue abatido".
Su muerte impactó a México entero. Su funeral se llevó acabo en Monterrey y congregó a más de doscientas mil personas.
Hoy, es reconocido como un visionario en Monterrey y su nombre lo tiene una de las principales avenidas que atraviesa la Ciudad y en donde se encuentra la universidad que él creo.Ideario de Don Eugenio Garza Sada
A pesar de su muerte las ideas de Garza Sada aún son promovidas por las empresas fundadas por el y por las organizaciones sociales que apoyó o creó. A continuación se presenta su ideario que aún es promovido por Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma y el ITESM:
I. Reconocer el mérito en los demás. Por la parte que hayan tomado en el éxito de la empresa y señalarlo de manera espontánea, pronta y pública. Usurpar ese crédito, atribuirse a sí mismo méritos que corresponden a quienes trabajan a las órdenes propias, sería un acto innoble, segaría una fuente de afecto e incapacitaría para comportarse como corresponde a un ejecutivo.
II. Controlar el temperamento. Debe tenerse capacidad para dirimir pacífica y razonablemente cualquier problema o situación, por irritantes que sean las provocaciones que haya que tolerar. Quien sea incapaz de dominar sus propios impulsos y expresiones, no puede actuar como director de una empresa. El verdadero ejecutivo abdica el derecho a la ira.
III. Nunca hacer burla. De nadie ni de nada. Evitar las bromas hirientes o de doble sentido. Tener en cuenta que la herida que asesta un sarcasmo, nunca cicatriza.
IV. Ser cortés. No protocolario, pero sí atento a que los demás encuentren gratos los momentos de la propia compañía.
V. Ser tolerante. De las faltas que puedan encontrarse en la raza, color, modales, educación o idiosincrasia de los demás.
VI. Ser puntual. Quien no puede guardar sus citas, muy pronto se constituirá en un estorbo.
VII. Si uno es vanidoso, hay que ocultarlo. Como el secreto más íntimo. Un ejecutivo no puede exhibir arrogancia ni autocomplacencia. Cuántas veces los fracasos de hombres bien conocidos confirman el adagio de "el orgullo antecede a la caída". Cuando uno empiece a decir que otros empleados son torpes, o que los clientes son mezquinos o necios, habrá empezado a meterse en embrollos.
VIII. No alterar la verdad. Lo que uno afirme, debe hacerlo reflexionando; y lo que prometa, debe cumplirlo. Las verdades a medias pueden ocultar errores, pero por poco tiempo. La mentira opera como un búmerang.
IX. Dejar que los demás se explayen. Especialmente los colaboradores, hasta que lleguen al verdadero fondo del problema, aunque tenga que escuchárseles con paciencia durante una hora. Haría uno un pobre papel como director, si dominara una conversación en vez de limitarse a encauzarla.
X. Expresarse concisamente. Con claridad y completamente, sobre todo al dar instrucciones. Nunca estorba un buen diccionario a mano.
XI. Depurar el vocabulario. Eliminar las interjecciones. Las voces vulgares y los giros familiares debilitan la expresión y crean malentendidos. Para demoler verbalmente a sus enemigos, los grandes parlamentarios nunca emplearon una sola expresión vulgar.
XII. Asegurarse de disfrutar el trabajo. Es muy legítimo tener pasatiempos predilectos e intereses en otras cosas, pero si se estima como un sacrificio venir los sábados o quedarse en la oficina más allá del horario en caso preciso, entonces lo que se necesita es un descanso y otra compañía en donde trabajar.
XIII. Reconocer el enorme valor del trabajador manual. Cuya productividad hace posible la posición directiva y afirma el futuro de ambos.
XIV. Pensar en el interés del negocio más que en el propio. Es buena táctica. La fidelidad a la empresa promueve el propio beneficio.
XV. Análisis por encima de la inspiración o de la intuición. Este debe ser el antecedente para actuar.
XVI. La dedicación al trabajo. Beneficia al individuo, a la empresa y a la sociedad entera. En esto se asemeja a un sacerdocio.
XVII. Ser modesto. Si no se comprende que nada tienen que ver con el valor de la persona -el tamaño del automóvil o de la casa, o el número de amigos y de los clubes a que se pertenece, o el precio del abrigo de pieles de la esposa y el rótulo de la puerta del despacho- y si estas cosas significan para uno más que la tarea bien y calladamente cumplida y los conocimientos y el refinamiento espiritual para adquirirlos, entonces se precisa un cambio de actitud o de trabajo.
Gustavo Hirales y "La verdadera historia del asesinato de Garza Sada"
Gustavo Hirales y "La verdadera historia del asesinato de Garza Sada"
El 5 de agosto, Milenio Semanal publicó un texto sobre el asesinato de Eugenio Garza Sada. Firmado por el director Jorge Fernández Menéndez, el reportaje da cuenta de documentos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), recién desclasificados. Según Fernández Menéndez, se demuestra que Luis Echeverría supo con un año de antelación del secuestro del empresario regiomontano.
"La verdadera historia del asesinato de Garza Sada" hace una colección de citas de aquellos documentos y particularmente de uno llamado "Asunto: estado de Nuevo León: planes de secuestro de Eugenio Garza Sada y Alejandro Garza Sada Lagüera", con fecha 22 de febrero de 1972, firmado por Ricardo Condelle Gómez.
En ese informe, según reseña Jorge Fernández, se advirtieron parte de los planes para plagiar a Garza Sada (el empresario fue muerto en 1973, durante un intento de secuestro), a partir de la información obtenida por un infiltrado en la guerrilla: Manuel Saldaña, alias Leonel.
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Una semana después, esa revista publicó una carta de Gustavo Hirales (quien fue aludido en cuatro ocasiones en aquel reportaje, al formar parte de La Liga 23 de Septiembre). La carta de Hirales, según lo explica una nota de la redacción, se publicó resumida por cuestiones de espacio y acompañada de esta leyenda: "Las opiniones que expresa el autor han sido objeto por años de intenso debate".
En esa carta Hirales cuestiona los principales ejes del texto de Fernández Menéndez: que el gobierno de entonces sabía del secuestro y no hizo nada para evitarlo, y que los grupos guerrilleros de la época estaban infiltrados por la policía. Esto no lo publicó Milenio.
Inconforme, Hirales envió una carta a Federico Arreola, vicepresidente ejecutivo de Grupo Milenio, para expresar su inconformidad por la forma como Fernández Menéndez, "basado en una revisión apresurada y parcial de algunos archivos de la Dirección Federal de Seguridad, sin tomar otros de esa misma fuente, ni consultar la opinión de quienes fuimos actores de esos acontecimientos, armó una historia... (que) afecta el honor y la integridad de muchos de los involucrados".
Hirales pidió a Milenio la réplica a un trabajo donde se le menciona cuatro veces; hasta el cierre de esta edición, Hirales no había recibido respuesta. Las cartas fueron entregadas a etcétera por Gustavo Hirales y están disponibles en su versión completa en www.etcetera.com.mx.
En entrevista con etcétera Jorge Fernández dijo: "Simplemente resumimos una carta de seis cuartillas, como lo hacen otros medios. Pero la respetamos en el tema central, incluso no se publicó en el espacio destinado a cartas, sino en un espacio preferencial dentro de las páginas centrales de la revista". Y añade, "no entiendo el enojo de Gustavo, si no le gustó el reportaje pues que simplemente lo diga".
Jorge Fernández sostiene: "El reportaje no es sobre Hirales, él no puede replicar algo de lo que no forma parte. El envía una opinión, sin que nosotros se lo hayamos solicitado... no era un artículo pedido, ni una carta de réplica pues el reportaje sólo lo menciona una vez. Entonces no se vulnera el derecho de réplica".
Los privilegios de estar en la cárcel

Ahí viene otra crisis
Pobre Grecia. Sus acreedores exigen el pago de la plata que le prestaron y lo primero que se les ocurre es asfixiar al país. ¿No tienen otro remedio?
Grecia no fabrica coches ni exporta televisores como nosotros. Grecia es un país medianamente próspero —digo, en comparación a Etiopía, Nicaragua y Bangladesh— que vive del turismo y poco más.
Lo que pasa es que sus responsables políticos se volvieron irresponsables económicos y endeudaron al país como si los hubieran asesorado Echeverría y Jolopo juntos. Tenían dinero fácil a la mano, encima: las arcas de la Unión Europea estaban abiertas para que se sirvieran los señores y, mira, nunca pensaron que esos ingentes recursos había que devolverlos algún día.
Hoy, están al borde de la quiebra, a punto de no poder pagar siquiera los sueldos de sus burócratas si no siguen recibiendo ayudas del exterior.
Ah, y el dinero que les están prestando en estos mismos momentos les cuesta un ojo de la cara porque los financieros del mundo cobran desmesuradas primas si tienen la más mínima sospecha de que no van a recuperar su lana.
Es normal: on ne prête qu’au riches, reza una sabia sentencia francesa; dicho en autóctono: las tarjetas platinum de los buenos pagadores te cobran una tasa de interés mucho menor que la de los “plásticos” que usa el populacho.
Si Grecia quiebra, entonces se va a armar la de San Quintín: los acreedores perderán su dinero —estamos hablando de bancos e instituciones fiduciarias de media Europa— y el euro, esa moneda común adoptada por países que no siguen una estrategia común, se desplomará.
Los efectos, dicen, los sentiremos en Topilejo, en Chalco, en el barrio de Narvarte de la capital estadounimexicana y en Chapalita, sector muy bonito de la capital tapatía, entre otras localidades del territorio nacional.
Es lo que nos faltaba: que la irresponsabilidad de unos dirigentes griegos manirrotos nos pegue a nosotros en los bolsillos.
Antes, las crisis las inventábamos en casa. Ahora, nos vienen de fuera. Hemos progresado.
Ipecos con AMLO
El Abogado del Pueblo
Con la mediación del economista Rogelio Ramírez de la O y de Adolfo Helmut, quienes elaboraron su "plan económico", López Obrador ha logrado marear a bastantitos influyentes empresarios, quienes le han manifestado ya su apoyo en su loca carrera por la Presidencia y muy probablemente están haciendo ya aportaciones a su campaña.
Entre los más conocidos de la localidad que están con AMLO (según presume la gente de AMLO) pueden ustedes enumerar, entre otros, a Alfonso Romo Garza y Fernando Turner.
Digo, nada de malo hay en esto: cada ciudadano es libre de apoyar al que le dé la gana. Lo interesante es que empresarios apoyen al candidato más antiempresarial de todos los que han aspirado por la Presidencia.
Nos parece incomprensible cómo gente que es inteligente olvida la mayor MÁXIMA, el precepto más sagrado de los políticos en campaña y que es el siguiente: "Prometer, prometer, hasta el voto lograr: y una vez elegido ¡OLVIDAR LO PROMETIDO!".
No dudamos ni tantito que Helmut y Ramírez de la O le hayan elaborado a López un plan económico muy a modo para el sector empresarial, que les suene bien, lógico, y hasta deseable.
Pero así como estamos seguros de lo primero, también estamos seguros de lo segundo: si López Obrador llega a ser Presidente, va a mandar por el CAÑO el plan que hoy menea como zanahoria frente a los empresarios, y junto con ese plan no dudamos que también mande por un tubo a Ramírez y al tampiqueño Helmut.
Gente preparada e inteligente a quienes USA hoy porque le son útiles, pero de quienes no titubeará ni un segundo en aventarlos como un kleenex cuando ya no le sean útiles.
El problema central, básico, que aqueja como político a López Obrador, es precisamente que NUNCA cumple sus promesas, que jamás ha respetado acuerdos, y que su afinidad real, de corazón, es con los Albertos Anayas del PT y no con el sector empresarial mexicano.
El López Obrador revoltoso que INCENDIABA pozos petroleros en Tabasco sigue viviendo dentro del candidato López Obrador. La única diferencia es que -AHORA SÍ- ya se percató de que para ganar la Presidencia tiene que presentarse MÁS MODERADO ante el poderoso caballero que es Don Dinero y por ello ha diseñado esta estrategia de engaño para engatusar empresarios con un plan económico que no tiene la menor intención de cumplir una vez trepado al trono (si es que llega).
Pruebas de lo que decimos abundan, y aquí les va la más reciente:
Ante testigos de calidad (miembros antiguos y reconocidos del PRD), López se comprometió en un acuerdo de caballeros con Marcelo Ebrard a lo siguiente: que quien punteara las encuestas sería el candidato de izquierda, y que si Ebrard le ganaba en popularidad, que él (López) se hacía a un lado.
Ya salió la primera encuesta, ¿y a que no saben qué? ¡La punteó Marcelo Ebrard!
¿Y qué hizo López?
Decir que no la reconocía porque estaba "truqueada".
¡Así es este señor!
¡Puedes sacar al tigre de la selva mas nunca sacarás a la selva del tigre!
López es López: en él la única consistencia que existe es su resentimiento y rencor hacia los empresarios y hacia "los ricos". Qué pronto olvidan que este señor hasta elaboró una "lista negra" de ODIADOS cuando perdió la campaña presidencial del 2006.
¡Encabezada ésta por casi puros empresarios y líderes empresariales!
Entonces, volviendo al tema: si bien es cierto que cada quien es libre de apoyar al candidato que le venga en gana, también lo es que hay unos candidatos que cuentan con un mejor perfil personal y profesional en relación al clima de negocios que predomine en el País.
Ya han de haber visto, amigos, lo mal que salimos en la medición del Instituto Fraser en relación a la "Libertad Económica" que priva en México.
¡Andamos por los suelos!
Si queremos progresar, necesitamos que haya aquí una mayor libertad económica: menos monopolios, duopolios y oligopolios y reglas más claras, menos trabas, menor carga impositiva y burocrática, estímulos a la creación de empleos y al crecimiento y etc., etc.
Así como sabemos que por la mañana saldrá el sol, así estamos de seguros de que el candidato menos equipado para incrementar las libertades económicas en México se apellida López y es todo menos Obrador.
Apóyelo el que quiera, pero lo más probable es que quien lo haga se acabará arrepintiendo.
Ecos del tema del mal
En seguimiento del tema de que la violencia mexicana alcanza grados de saña que hacen pensar en la “banalidad del mal”, tema que abordé aquí la semana pasada citando a Héctor de Mauleón y a Jesús Silva Herzog-Márquez, he recibido respuestas que me apresuro a glosar.
La primera de ellas es una reflexión histórica y teológica de Francisco Quijano sobre el “silencio de Dios”. Al final de su pieza, Quijano restituye con precisión y pertinencia el sentido completo de la noción de “banalidad del mal”, acuñado por Hannah Arendt en su cobertura del juicio de Eichmann en Jerusalén.
Escribió Hannah Arendt:
Era como si en esos últimos minutos él estuviera resumiendo la lección que este largo recorrido por la perversidad humana nos había enseñado a todos, la lección de la aterradora banalidad del mal, que desafía a la palabra y al pensamiento.
¿Qué quería decir la escritora?, se pregunta Quijano. Contesta: no quería decir que el holocausto y otras ignominias del siglo XX fueran triviales, sino que el mal, aún en su forma extrema, no es ajeno a la condición humana, “que la crueldad puede pasar inadvertida y hasta convertirse en una rutina en nuestra sensibilidad y pensamiento”.
Quería subrayar, sobre todo, “hasta qué extremos puede llegar el ser humano cuando da por sentado que hay gente que no tiene derecho a existir”.
Ahora estoy convencida, escribió también la Arendt, de que el mal nunca puede ser ‘radical’, sino únicamente extremo, y que no posee profundidad ni tampoco ninguna dimensión demoníaca. Puede extenderse sobre el mundo entero y echarlo a perder precisamente porque es un hongo que invade la superficie. Y desafía el pensamiento, tal como dije, porque el pensamiento intenta alcanzar cierta profundidad, ir a la raíz, pero cuando trata con la cuestión del mal esa intención se ve frustrada, porque no hay nada. Esa es la ‘banalidad’ del mal. Solamente el bien tiene profundidad y puede ser radical.
Hacemos muy bien en no acostumbrarnos a la violencia que nos rodea. El escándalo que produce en nosotros es síntoma de nuestra no resignación a la banalidad del mal, esa que en el México de hoy nadie ejerce tan claramente como los que dan por sentado que “hay gente que no tiene derecho a existir”.
En primer lugar los criminales, desde luego, pero también, en algún lugar de la conciencia y la tentación pública, ese rumor preocupante de autoridades rebasadas o voces justicieras pidiendo medios expeditos y terminantes contra criminales.
No hay que equivocarse en quiénes son los criminales, pero tampoco volver criminal a la autoridad o a la sociedad para castigar la violencia intolerable de quienes la practican.
Crónica de un joven dinosaurio
Si Reyes Heroles tenía razón y en política la forma es fondo, el electorado mexicano está obligado a hacer una pausa de reflexión después de la ceremonia en la que Eruviel Ávila rindió protesta como gobernador del Estado de México. MILENIO no exageró cuando, al día siguiente, definió lo ocurrido como la “despedida imperial” de Enrique Peña Nieto.
Y es que antes que el principio de la era de un nuevo mandatario, la unción de Ávila sirvió para arropar a Peña Nieto en el oropel más priista imaginable. Naturalmente, el flamante gobernador aprovechó para explicar qué pretende de su sexenio, pero la intención del acto era otra.
En palabras que rebasaron por mucho el reconocimiento a un mentor político, Ávila se refirió a Peña Nieto no sólo como un transformador, sino como un parteaguas: el hombre que “cambió la manera de gobernar en todo México”.
A esto, el ex gobernador respondió con una coreografía que habría envidiado cualquier político tricolor en la apoteosis priista del siglo XX: la corbata roja, la mirada fija, la postura erguida. Y ese saludo tan característico: la palma de la mano derecha abierta, el brazo rígido, casi militar.
Al final de la noche, en un nuevo acto de idolatría y sumisión, Ávila compartió el Grito de Independencia con su predecesor. La imagen no dejaba lugar a dudas: Peña Nieto se va pero no se va; “se ve, se siente, Enrique presidente”.
La ceremonia de obediencia priista me impresionó. De nuevo queda comprobado que no hay mejor fusta para los políticos que la inminencia del poder. El PRI intuye que, tras 12 años lejos de haber dejado Los Pinos, la Presidencia está ahí, al alcance de la mano. Cualquier atisbo de rebeldía es sólo un espejismo.
Todos y cada uno de los reunidos en Toluca tenían ojos solamente para Enrique Peña. El rostro de Manlio Fabio Beltrones durante el minuto y fracción de aplausos al ex gobernador lo explica todo. Beltrones se sabe derrotado. Pero en su gesto había algo más, algo profundamente priista: la sensación de que, aunque fuera por interpósita persona, el poder está, de nuevo, a la vuelta de la esquina.
Este, en suma, no es el PRI de Madrazo. Aquí no habrá Tucoe ni ningún acrónimo que pretenda revelar una fractura. El PRI quiere el poder, y arrebatárselo será muy complicado.
Pero, más allá de la notable disciplina y voracidad priista, la ceremonia me inquietó. Y me entristeció. Mientras veía a Enrique Peña saludar a los presentes con las mismas, exactas maneras que han usado los priistas por décadas, sentí una suerte de decepción generacional.
Me explico. Ninguna transición política puede estar completa sin que le acompañe un relevo de generación. En la política, como en la vida, los ciclos pesan. Y respetarlos importa aún más. Enrique Peña podría ser el primer presidente de mi generación (apenas, pero así es: nos separan nueve años). En mi cálculo como votante, su juventud es un activo. Pero, antes que eso, es una obligación.
Aunque él quizá no lo vea, Enrique Peña tiene un deber con su generación. Y ese compromiso pasa, antes que nada, por romper con el priismo jurásico, con ese priismo que encarna en gente que, hoy, ocupa la primera fila del peñanietismo.
No se puede mirar al futuro y presumir tan ostensiblemente las ataduras del pasado. Enrique Peña Nieto deberá demostrar que está a la altura de la juventud que de manera tan eficaz ha presumido como gobernador. Hacerlo pasa por resistirse—hoy y siempre— a la tentación del autoritarismo.
Implica respetar el disenso y negarse a la lisonja barroca e imperial que acostumbra su partido. Significa una suerte de parricidio político. Si Peña se niega a ese rompimiento, tarde o temprano quedará expuesto como lo que pareció ser durante la fastuosa ceremonia de adoración de hace unos días en Toluca: un sonriente, apuesto y popular dinosaurio con piel de supuesto reformador.
Marcelo: ¿Candidato del PRD y del PAN?
Conforme se aproxima la contienda de 2012, amarillos y azules parecen conven-cidos de que Peña Nieto es invencible
Ricardo Alemán
Podrán decir misa, pero lo cierto es que para un sector importante de la llamada izquierda mexicana no está descartada la posibilidad de que en julio de 2012 en las boletas presidenciales aparezca un candidato apoyado por las siglas del PRD y las del PAN.
Y, en efecto, parece una posibilidad remota, sin embargo, no es una eventualidad descabellada.
Y tan no lo es, que grupos de esa izquierda mantienen vivo el proceso de exploración y evaluación de la realidad política, frente a la elección presidencial.
En la casa de enfrente, entre los militantes de la derecha del partido en el poder, tampoco descartan que, llegado el momento, deban avanzar en dirección a la posibilidad de evaluar una eventual candidatura común entre la derecha y la izquierda.
Y que conforme se aproxima la contienda presidencial, tanto entre amarillos como azules, parecen convencidos de la idea de que el priista Enrique Peña Nieto es invencible.
Pero el asunto tiene mucho más de fondo. ¿Por qué, en los hechos, se mantiene viva la posibilidad de una alianza entre azules y amarillos, a diez meses de la elección presidencial del 1 de julio de 2012?
La respuesta está en la profunda crisis de identidad que viven tanto la derecha como la izquierda partidistas.
En otras palabras, que el PRD y el PAN no han descartado una alianza en las elecciones presidenciales, porque esa sería la única manera de contener y, eventualmente revertir, lo que parece una fatalidad: que el regreso del PRI al poder presidencial sería un fracaso cultural de la derecha y la izquierda mexicanas. En esa lógica, de continuar creciendo la tendencia ganadora del PRI, nadie será capaz de detener, por sí solo, al candidato Enrique Peña Nieto.
Pero vale la pregunta de ¿por qué hemos insistido aquí, desde hace muchos meses, que el regreso del PRI al poder presidencial sería un escandaloso fracaso cultural para el PRD y el PAN?
La respuesta es elemental, de sentido común y —por si existen dudas— está a la vista de todos.
Porque si recordamos que el PRD y el PAN nacieron —hace 21 y 72 años, respectivamente—, para sacar al PRI del poder presidencial, es una derrota y un fracaso que regrese a Los Pinos, a una década de que fue echado.
Pero hay más. El fracaso no está sólo en el hecho de que el PRI regrese al poder presidencial, sino que el PAN y el PRD no fueron capaces de ser alternativa de poder, frente a un PRI que, en su momento, fue rechazado por corrupto, antidemocrático, clientelar, ineficaz y derrochador. O si se quiere ver desde otro extremo, que hoy el PRI podría regresar al poder, porque el PRD y el PAN son tanto o más corruptos, antidemocráticos, clientelares, ineficaces y derrochadores que el PRI.
En realidad el PAN y el PRD fallaron como alternativas de poder. Y es tal su falta, que una porción importante del electorado prefiere “malo por conocer que bueno por conocido”. Y eso es un fracaso de la cultura política, la doctrina y el apostolado que pregonaron por décadas la derecha y la izquierda.
Ahora bien, el siguiente paso es la selección del potencial candidato aliancista. ¿Quién pudiera ser el candidato de una alianza presidencial PAN-PRD?
Hasta hoy, las encuestas dejan ver a un PAN con aspirantes presidenciales limitados. Más aún, si los azules tuvieran a un candidato fuerte y competitivo, nunca se estaría analizando la posibilidad de aliarse con el PRD.
En el partido amarillo existe un grave inconveniente. Que uno de los presidenciables más aventajados, el señor López Obrador, nunca dejará para otro la candidatura presidencial de un sector de la izquierda y que, al mismo tiempo, nunca aceptará una alianza con el PAN. Pero en el PRD —partido que no es controlado aún por AMLO— existe una alianza de sus jefes con Marcelo Ebrard. ¿Y eso qué quiere decir?
Pues todo, que no pocos militantes del PRD y otros tantos del PAN, ven en Marcelo Ebrard el potencial candidato aliancista.
Y lo que hoy pudiera parecer descabellado, no parece tanto a la luz de los hechos. ¿Por qué razón Marcelo Ebrard se ha distanciado de AMLO, hasta el otro extremo, el de establecer una relación civilizada con Felipe Calderón?
¿Por qué Marcelo se muestra, ante la opinión pública, como un aspirante presidencial que propone que la de 2012 ya no sea la elección de la venganza y la revancha, sino de la reconciliación y la eficacia?
Hoy veremos el arranque de la precampaña presidencial de Marcelo Ebrard —durante el mensaje de su V Informe— y las señales serán claras. Al tiempo.
El PAN y el poder: una historia incómoda
Acción Nacional no ha encontrado la fórmula en estos 11 años para ser coherente con su historia de más de siete décadas...
Jorge Fernández Menéndez
El PAN cumplió 72 años en un momento clave de su historia. Está, luego de 11 años en el poder, en la encrucijada de decidir cómo actuará ante la sucesión presidencial, cómo se configurará como partido, con problemas internos evidentes derivados de su crecimiento en los últimos años y, también, con el desafío que constituye la posibilidad real de tener que entregar el gobierno el primero de diciembre de 2012. Para todo eso se debe preparar desde ahora: desde la opción de continuar en Los Pinos ofreciendo continuidad sin que signifique continuismo, hasta la de tener que definir cómo regresará a la oposición.
Lo que está sucediendo en Monterrey con el alcalde Fernando Larrazabal es una demostración palpable de lo que el PAN no puede permitir. El alcalde fue presionado públicamente por la dirigencia del partido para que solicitara licencia, mientras concluía la investigación iniciada en su contra, sobre su hermano Jonás y funcionarios del municipio, por casos de corrupción relacionados con casas de juego. Larrazabal simplemente ignoró a la dirigencia de su partido e incluso a los precandidatos presidenciales y se quedó en el cargo. Y ahí sigue. Está defendiendo su posición pero, mientras tanto, mostró como débiles al partido y al propio gobierno, incluso, prácticamente, abortó la campaña que el PAN estaba realizando en contra del gobernador Rodrigo Medina.
Lo que resulta increíble es que, después de 11 años en el poder, el panismo no cuente con instrumentos como para poner orden en una de sus plazas políticas más importantes y que tampoco exista la sincronía entre el partido y el gobierno federal para hacerlo. Es verdad que el presidente Calderón dijo hace unas semanas que él no tenía poder como para quitar ni a un policía municipal, pero eso debería considerarse una suerte de anécdota política, no como una realidad. Las posibilidades políticas de un Presidente en la actualidad, comparados con las del pasado, evidentemente son menores, pero legalmente mantienen las mismas atribuciones y, sus capacidades de operaciones, más aún en un caso como el que estamos tratando, son muy altas.
Algo sucede que el PAN y el Ejecutivo no han podido compaginarse en esa lógica de partido en el poder. No lo pudo hacer Vicente Fox y se lo atribuyó al desconocimiento del partido. Pero nadie conoce las entrañas y las lógicas del PAN mejor que Felipe Calderón y esa relación tampoco se ha podido conjugar eficientemente: el presidente del PAN en la elección de 2006, Manuel Espino, ha terminado expulsado del PAN; su sucesor, Germán Martínez, tuvo que dejar de forma apresurada el cargo luego de las derrotas electorales de 2009 (mal procesadas por el panismo, al actuar más como un partido de oposición que en el poder); le siguió César Nava que, siguiendo la línea de las alianzas con el PRD, logró tres triunfos importantes en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, pero se vio enfrentado con el entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont y, al final, aislado políticamente. Llegó Gustavo Madero, luego de una dura lucha interna donde todo indicaba que el favorito de la Presidencia para alcanzar esa posición era el ahora secretario particular del presidente Calderón, Roberto Gil. Y lo sucedido en estos meses demuestra, como ocurrió en los comicios del Estado de México o como sucede en el proceso interno para la selección de candidato presidencial, que sigue privando la confusión interna.
Quienes creen que el PAN no tiene ya posibilidades para 2012 se equivocan. Primero, porque falta mucho para la elección y todo puede ocurrir. Segundo, porque el presidente Calderón es un político que, sobre todo, sabe de política electoral. Tercero, porque el PAN tiene un voto duro que no le alcanza para ganar elecciones, pero que es un piso relativamente alto que le permite potenciar, si son bien encaminadas, sus candidaturas, como ocurrió sobre todo en 2006 con Felipe Calderón. Sin embargo, para potenciar esas realidades, el partido tiene que tener la imaginación política suficiente como para colocarlas en otro contexto: ni la continuidad puede ser continuismo ni la natural distancia entre partido y gobierno puede convertirse en un lastre para las aspiraciones y deseos de uno u otro.
El PAN no puede ni debe ser el PRI, mucho menos el PRD. No es un partido relativamente joven, formado por la confluencia de corrientes muy disímiles, que en última instancia terminan aglutinándose, o dejando de hacerlo, en torno a liderazgos muy personalistas. No es tampoco el partido histórico de la Revolución Mexicana, con todos los lastres y beneficios que eso conlleva (incluida la experiencia de décadas en el poder nacional y local). El PAN no ha encontrado la fórmula en estos 11 años para ser coherente con su historia de más de siete décadas, al mismo tiempo que se dimensiona a sí mismo como partido en el poder. Tiene la oportunidad, prácticamente única, de hacerlo en estos pocos meses. Después, ya nada será igual.
Enrique Peña Nieto: “Sí quiero ser Presidente de México”
El ex gobernador del Estado de México se mostró a favor de una elección de candidato priista abierta a toda la ciudadanía

Ayer, en entrevista televisiva con Joaquín López-Dóriga, el ex gobernador mexiquense, que desde hace más de dos años es el aspirante presidencial mejor posicionado, dijo que participará en el proceso interno del PRI, que a principios de octubre fijará las reglas.
Asimismo, Enrique Peña Nieto se pronunció porque la elección interna priista sea abierta; no descartó que vayan a darse las campañas negras conforme se acerque la elección.
“Hay un amplio consenso al interior del PRI porque la definición del candidato del partido sea por consulta abierta a la ciudadanía, hay voces y soy una de ellas, que estamos a favor de este proceso, que es uno de los que prevé el estatuto del partido, y creo que amplios sectores del priismo están a favor de que así ocurra, de que el candidato del priismo cuente con este respaldo de militantes, simpatizantes y de aquellos que hagan suyo el proyecto del partido, es una definición que está en el Consejo Político Nacional”, señaló.
Sobre las campañas negras, el aspirante presidencial del PRI sostuvo que “a medida que nos acerquemos a la elección presidencial habrán de arreciar las campañas sucias, las campañas de descalificación, campañas de lodo, campañas negras.
“Yo espero también que este proceso, el de 2012, dé la oportunidad a los partidos políticos de contener de manera civilizada, de tener una oferta muy clara a la ciudadanos, que los ciudadanos reconozcan cuál es el compromiso que hacen los candidatos”.
La declaración de que competirá por la candidatura de su partido, es la primera que Peña Nieto hace en público; desde que fue ubicado como presidenciable, el ex mandatario del Estado de México, originario de Atlacomulco, siempre se resistió a hacer alguna declaración al respecto y siempre señaló que después de terminar su responsabilidad con los mexiquenses anunciaría su futuro político.
El pasado 7 de septiembre, en Xalapa, Enrique Peña Nieto dijo que se aguantaría nueve días más para anunciar qué iba a hacer sobre su vida política “ya falta poquito”, señaló entonces el priista.
Para mostrar que efectivamente se contuvo las ganas de decir qué iba a hacer sobre su participación en la carrera presidencial del próximo año, en Xalapa, Peña Nieto dijo: “Si me he aguantado todo este tiempo (cuatro años) ante reiteradas preguntas de ¿y qué va a hacer?, ya me faltan nueve días, ya pasados les revelaré qué voy a hacer una vez que concluya mi gestión”.
Sin embargo, no pasaron más que cuatro días de que terminó su encargo en Toluca y ayer el ex gobernador mexiquense dijo:“Sí quiero ser Presidente de México, sí aspiro a ser el candidato de mi partido, aspiro a participar en la contienda del próximo año y aspiro a ser el Presidente de los mexicanos, así de claro, así de abierto, así de claro”, le dijo al conductor de Televisa.
El jueves pasado, en el marco del cambio de poder en el Estado de México, el Teatro Morelos de la capital mexiquense fue el escenario donde el apoyo a la candidatura de Peña Nieto fue absoluto, “¡se ve, se siente, Enrique Presidente!”, corearon al unísono más de tres mil personas.
Sin embargo, el político ni se inmutó, agradeció simplemente poniéndose de pie y agradeciendo a Eruviel Ávila por convertirse en su promotor.
Peña Nieto se negó ayer a entrar en el terreno de las suposiciones sobre quiénes podrían ser los candidatos presidenciales del PAN o de la izquierda, “yo soy respetuoso de los procesos que sigan los otros partidos, y la definición de quiénes serán sus candidatos, a lo que estoy decidido y hoy lo hago público es a participar en el proceso interno que siga mi partido, donde en un futuro muy próximo estará convocando a participar a los militantes del partido para la definición de quién será su candidato.
“Estoy decidido a participar en este proceso y también a participar de cuál será el proyecto que mi partido enarbole, postule y lleve a los mexicanos en un propósito y por eso mi interés de participar en este proceso y de ser el Presidente de México”, concluyó el ex gobernador del Estado de México.
Presentan la Sedena y la PGR a el Lince, primo del líder de los Caballeros Templarios
Por el ex candidato a diputado federal por el Partido Verde, se ofrecían 15 millones de pesos de recompensa; es familiar de Enrique Plancarte Solís, "Quique Solís", líder del grupo delictivo junto con "la Tuta"
Redacción

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En las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional, Patricia Bugarín, titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, Siedo, y el subjefe operativo de la Sedena, Edgar Luis Villegas, explicaron que es primo de Enrique Plancarte Solís, "Quique Solís", quien junto con Servando Gómez Martínez, "la Tuta", son líderes de la organización delictiva.
"El Lince", fue capturado ayer en el municipio de Nueva Italia, en Michoacán, junto con otras personas, entre las que se encuentra un menor de edad.
"El Lince" estuvo encargado de plaza de Lázaro Cárdenas, Michoacán y se ha dicho que fue responsable de las relaciones del grupo criminal con autoridades y empresarios de Michoacán.
En 2009, fue candidato a diputado federal por el Partido Verde en el distrito 12, con cabecera en Apatzingán. Al señalarse lo anterior, la dirigencia del partido emitió un comunicado donde aseguraba desconocer si Solís tenía nexos con la delincuencia organizada y que para registrarse presentó cartas de no antecedentes penales emitidas por la Secretaría de Seguridad Pública Federal y por la procuraduría de justicia estatal.
Con los Caballeros Templarios, Solís Solís se encargaba de operar laboratorios clandestinos, siembra de narcóticos, extorsiones y ejecuciones, por lo que ya fue puesto a disposición del juzgado 4o de distrito ante la PGR.
Dada su peligrosidad, se ofrecían 15 millones de pesos de recompensa a cambio de información que llevara a su captura.
MACKY ARENAS ENTREVISTA A ENRIQUE ARISTIGUIETA GRAMCKO – DIRIGENTE POLÍTICO Y MIEMBRO DE LA JUNTA PATRIÓTICA QUE LUCHÓ CONTRA PÉREZ JIMÉNEZ
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ENRIQUE ARISTIGUIETA GRAMCKO |
NELSON MAICA C: CUBA
“Aquellos que son demasiado inteligentes como para no involucrarse en la política, son castigados al ser gobernados por quienes son mas estúpidos” Platón, 427-347ac
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